¡A dormir, pequeños!

 

 

Una de las rutinas más importantes para el buen desarrollo del niño es la del sueño. Las horas de descanso en el niño determinan el desarrollo del día. Por ello os ofrecemos cinco pautas para los momentos de descanso de vuestros hijos:

 

  1. Establecer rutinas. Seguir una pauta de actividades en el mismo orden: juego, baño, relajación, ir a la cama… De este modo los niños pueden anticipar lo que van a hacer y sienten seguridad.
  2. Ambiente relajado. Evitando aparatos electrónicos a últimas horas del día. Intentamos que la luz de ambiente sea tenue, temperatura adecuada, mantener la estancia sin ruidos, hablaremos en tono suave.
  3. Su espacio de descanso. La cama se utilizará sólo para dormir, evitaremos que jueguen en ella, salten o la alboroten, de este modo los pequeños la asociarán como un espacio de descanso.
  4. Acompañarles. Es bueno crear un espacio de afecto y cariño a la hora de acostarse, por ello aconsejamos que se acompañe a los niños a la cama y leer un cuento, recordar todo lo que han hecho durante el día, cantar canciones suaves, relajación…
  5. Despedirse sin llantos. Paso difícil. Una vez hemos creado un ambiente tranquilo, nos despedimos hasta mañana y seguramente nos pidan que nos quedemos un ratito más, quieren agua, quieren ir al baño… Aquí es donde deberemos tomar decisiones sobre cómo tratar el asunto. De nuestra actitud y paciencia dependerá el hecho de que el niño se quede solo y tranquilo en la cama.

 

RECOMENDACIONES PARA BUENOS HÁBITOS DE SUEÑO:

  • Evitar siestas prolongadas y fuera de horario
  • Contar cuentos
  • Colocar luces quitamiedos si así lo requieren
  • Evitar miedos: contando historias, dando a un muñeco el papel de “guardián de la habitación»
  • Dejar un vasito de agua en la mesita por si tiene sed
  • Escuchar música relajante y hacer algún juego de relajación antes de irse a dormir.

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