5 CLAVES PARA MEJORAR EL AMBIENTE FAMILIAR

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Todos hemos leído muchas pautas para implantar normas y límites a nuestros hijos. El trabajo que debemos hacer no es sólo leer y aplicar, sino que hay un paso intermedio al cual se debería conceder la máxima importancia: adaptar las pautas a nuestra realidad. Preguntarnos: ¿Las puedo aplicar habitualmente? ¿Puedo incorporar estas pautas a mis rutinas y hábitos de vida? ¿Puedo hacerlo en el tiempo que tengo de dedicación a mis hijos?

Para ayudaros, queremos ofrecer unas pautas sencillas, abiertas y con posibilidades de adaptación a cada familia de nuestro Colegio.

  1. Acordar normas entre progenitores o personas que están al cargo de la educación de los niños. No podemos ofrecer normas contradictorias y permitir lo que otros no permiten, sólo causaremos confusión.
  2. Ayudaremos a los pequeños a organizarse estableciendo rutinas. Ellos sabrán lo que van a hacer después y eso les da tranquilidad.
  3. Ser claro y conciso cuando demos consejos o indiquemos si algo está bien o mal. Si decimos frases como “Pórtate bien”, “Eres un torpe”, “Siempre lo haces mal”… nos vamos a generalizaciones que no ayudan a los pequeños porque no lo entienden. Debemos ser concretos: Has recogido los juguetes bien, hoy has comido bien, no rompas los juguetes, lo has hecho genial (justo después de realizar una acción),
  4. Hablar con un lenguaje claro y frases muy cortas, en tono firme pero tranquilo. De nada nos sirve dar grandes argumentaciones a los pequeños, ni repetir la misma frase como un disco rayado. Frases cortas y dar tiempo para que se cumplan.
  5. Establecer consecuencias a sus actos. No nos vale el simple hecho de premios o castigos materiales, si hace algo bien debemos valorarlo y si hace algo mal dejar que asuma su consecuencia sin enfadarnos (si rompe un juguete explicarle que no puede jugar más con él…).

Las normas para los pequeños son una guía, ellos no saben que se debe y que no se debe hacer por lo que van poniendo a prueba todas las posibilidades, será nuestra reacción a sus hechos lo que les refuerce o no sus conductas.

Si las normas son sencillas y claras ellos se sentirán más seguros porque las comprenden y les ofrecemos un apoyo para seguir desarrollando su personalidad.

Aplicando el sentido común a la hora de educar a nuestros hijos lograremos una evolución de su comportamiento positivo. De este modo los miembros del ámbito familiar nos encontraremos en armonía a la hora de tomar decisiones e involucrados en la educación.

¡A dormir, pequeños!

 

 

Una de las rutinas más importantes para el buen desarrollo del niño es la del sueño. Las horas de descanso en el niño determinan el desarrollo del día. Por ello os ofrecemos cinco pautas para los momentos de descanso de vuestros hijos:

 

  1. Establecer rutinas. Seguir una pauta de actividades en el mismo orden: juego, baño, relajación, ir a la cama… De este modo los niños pueden anticipar lo que van a hacer y sienten seguridad.
  2. Ambiente relajado. Evitando aparatos electrónicos a últimas horas del día. Intentamos que la luz de ambiente sea tenue, temperatura adecuada, mantener la estancia sin ruidos, hablaremos en tono suave.
  3. Su espacio de descanso. La cama se utilizará sólo para dormir, evitaremos que jueguen en ella, salten o la alboroten, de este modo los pequeños la asociarán como un espacio de descanso.
  4. Acompañarles. Es bueno crear un espacio de afecto y cariño a la hora de acostarse, por ello aconsejamos que se acompañe a los niños a la cama y leer un cuento, recordar todo lo que han hecho durante el día, cantar canciones suaves, relajación…
  5. Despedirse sin llantos. Paso difícil. Una vez hemos creado un ambiente tranquilo, nos despedimos hasta mañana y seguramente nos pidan que nos quedemos un ratito más, quieren agua, quieren ir al baño… Aquí es donde deberemos tomar decisiones sobre cómo tratar el asunto. De nuestra actitud y paciencia dependerá el hecho de que el niño se quede solo y tranquilo en la cama.

 

RECOMENDACIONES PARA BUENOS HÁBITOS DE SUEÑO:

  • Evitar siestas prolongadas y fuera de horario
  • Contar cuentos
  • Colocar luces quitamiedos si así lo requieren
  • Evitar miedos: contando historias, dando a un muñeco el papel de “guardián de la habitación»
  • Dejar un vasito de agua en la mesita por si tiene sed
  • Escuchar música relajante y hacer algún juego de relajación antes de irse a dormir.

Rutinas en la Educación Infantil

 

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             Instaurar rutinas adecuadas durante la etapa de Educación Infantil, es muy importante ya que promueve la autonomía en las actividades habituales y diarias del niño. Estas rutinas le generan seguridad y confianza en sí mismo, le permiten crear nuevos aprendizajes y resolver dificultades que se puedan encontrar. Las van adquiriendo progresivamente a medida que van creciendo y madurando.

Rutinas básicas:

  • La alimentación ( establecer un horario, lavarse las manos antes de comer, lavarse los dientes después de comer, masticar bien y no jugar con la comida).
  • Control de esfínteres
  • Vestirse (calzarse y descalzarse, vestirse y desvestirse, abrocharse y desabrocharse los botones, subir y bajar la cremallera).
  • Relaciones sociales (saludar, dar las gracias y decir por favor, esperar y respetar su turno, pedir permiso, aprender a compartir y no gritar).
  • Sueño. Distribuir las horas de sueño. (espacio de descanso tranquilo, cómodo y relajado).

 

¿Qué podemos hacer en casa para favorecer las rutinas necesarias?

  • Evitar la sobreprotección y anticipar lo que vamos a hacer: hora de vestirse (tú puedes hacer sólo… yo te ayudo a…), hora del desayuno, aseo…
  • Seguir rutinas, aunque no sea a unas horas exactas, si conviene hacerlo todo en el mismo orden para que el niño pueda anticipar lo que viene después.
  • Valorar todo aquello que el niño hace sólo y reforzar positivamente que vaya interiorizando las rutinas (después de comer hay que lavarse los dientes…)
  • Presentar las rutinas de manera divertida y natural, no imponerlas. Si los niños perciben que es algo divertido dónde pueden experimentar y obtener logros personales, estarán motivados y participan activamente en la adquisición de autonomía.
  • Organizar bien los tiempos: Los niños necesitan alimentarse, dormir, aseo personal, estudio pero también debemos tener en cuenta que necesitan juego y actividad como rutina.
  • Ser flexibles y estar atentos a las necesidades de nuestros hijos.

 

En nuestros próximos post profundizaremos en cada una de las rutinas básicas y en recomendaciones para instaurarlas en el hogar.