La comunicación entre padres e hijos se hace esencial a la hora de establecer una buena relación de afecto y un ambiente educativo correcto. Por ello hoy queremos ofreceros siete estrategias básicas que debemos tener en cuenta a la hora de hablar con los más pequeños:
1. Colócate a su altura: es muy importante que te vea la cara mientras le hablas. Al igual que a los adultos el contacto visual ayuda a establecer interacción. Los gestos faciales son muy importantes a la hora de transmitir mensajes y es necesario que ellos puedan observarlos.
2. Habla con un tono adecuado al mensaje que quieras transmitir. No es necesario gritar aunque estés enfadado y el mensaje sea de corrección de un acto que ha realizado de manera incorrecta, si el tono es firme pero se transmite con calma el mensaje será captado con mayor facilidad. Si el tono es cariñoso, los niños tienden a atender mejor.
3. Frases cortas y sencillas, adecuadas a su edad. Evitaremos tonos infantiles, palabras en lenguaje infantil y la «ñoñería» ya que ellos tienden a imitar y necesitan adquirir un vocabulario correcto. Del mismo modo evitaremos explicaciones largas y con explicaciones complejas, no las comprenderán y desconectarán pronto de la conversación.
4. Asegúrate de que te está escuchando: si hablas con tu hijo/a en un momento en el que no está centrado, está llorando, bloqueado o hablando a la vez que tú hablas la comunicación no será eficaz.
5. Escucha lo que tiene que decirte, en ocasiones sólo damos pautas, normas o consejos y no escuchamos motivos o razones que nos dan sobre su manera de actuar. Cuando ellos hablan y explican sus acciones recapacitan sobre ellas.
6. Demuéstrale que entiendes lo que siente: Sé que estás enfadado, nervioso, asustado, muy contento…. pero he de decirte que… de ese modo el niño se siente comprendido y empieza a tener otra actitud para escuchar.
7. Aprovechad cualquier momento para conversar. Es muy importante comunicarse con los pequeños, fortalece su autoestima, les enseña a hablar y a escuchar, fomenta actitudes de respeto, habilidades sociales y de relación con los demás y sobre todo os unirá como familia.