¿Cómo enseñamos a los niños a ser pacientes?

 

La impaciencia es algo muy común en los niños, no les gusta esperar. Ellos no entienden por qué no pueden obtener las cosas cuando quieren ya que su sentido del tiempo es diferente al nuestro. Cuando se les hace esperar, el período de tiempo que transcurre para ellos es muy largo.

De forma gradual y poco a poco el niño puede ir aprendiendo a ser más paciente aunque para ello necesite la ayuda de un adulto. Para ello podemos enseñarles algunas estrategias como: dar ejemplo (ellos aprenden por imitación y son grandes observadores), ser comprensivo con sus limitaciones, poco a poco introducir esperas en su rutina diaria, no ceder a sus rabietas y explicar por qué hay que esperar.

En el siguiente enlace también pueden encontrar  consejos para intentar que la paciencia de los niños mejore.

Hábitos de vida saludables en la infancia

 

Como adultos preocupados por el bienestar de nuestros niños, debemos destacar la importancia de mantener y crear en ellos rutinas diarias que ayuden a favorecer su calidad de vida. Es necesario crearlo desde edades muy tempranas ya que se va consolidando a lo largo de la infancia y la adolescencia. Esto ayuda a evitar posibles complicaciones en un futuro, durante la edad adulta. Por ello les adjuntamos este enlace donde nos muestran cinco hábitos saludables para los niños y algunas pautas para crear estos nuevos hábitos en ellos. 

Mediación: ¡Ayúdame a resolver los conflictos!

 

Igual que a los adultos, a los niños también les surgen problemas, conflictos o peleas que podemos ayudarles a resolver. Debemos ofrecerles herramientas que les ayuden a afrontar sus propios conflictos o dificultades. Para ello les indicamos algunas pautas a seguir:

  • Permanecer en calma. Parece algo sencillo pero en el momento del conflicto puede ser muy difícil. Debemos enseñarles a valorar, que la violencia solo lleva a más violencia.
  • Hay que hacerles entender que todos los niños se enfadan y que es muy bueno expresar sus sentimientos y emociones con palabras. Debemos favorecer la comunicación con los hijos.
  • Proponer varias soluciones y analizar si la solución que hemos elegido nos ayuda a resolver los conflictos.
  • Utilizar otros recursos como el humor para solucionar un conflicto.
  • Dar ejemplo como adultos de cómo debemos de afrontarlo y comportarnos.
  • Utilizar conflictos que puedan surgir en el hogar para mostrarles cómo podemos afrontarlos.

 

También les indicamos cómo resolver el conflicto paso a paso:

  1. Identificar el conflicto y hablar sobre lo que ha pasado, quién ha participado en el conflicto y qué soluciones se han dado.
  2. Ayudar al niño a que exprese cómo se siente y que escuche cómo se siente la otra persona. Deben de expresar sus emociones sobre lo que ha pasado.
  3. Hacer que ambas partes se escuchen y escucharles.
  4. Proponer entre todos diferentes opciones, diferentes soluciones que se pueden dar entre todos hasta llegar a un consenso. También se debe valorar los inconvenientes y ventajas de esas opciones.
  5. Valorar lo ocurrido, llevar a cabo la solución elegida y evaluar si ha mejorado la situación.

 

¿Cómo perciben los niños nuestras prioridades en su educación?

En ocasiones, sin darnos cuenta, acabamos elogiando de los niños sólo ciertos aspectos. Parece evidente que les felicitamos sin ninguna duda cuando sacan buenas notas o cuando han tenido un logro personal concreto. A veces nos centramos tanto en el aspecto académico, por ejemplo, durante sus años de escolaridad, que podemos llegar a transmitirles que es lo único en lo que deben centrarse. Pero, ¿qué ocurre con su crecimiento y maduración cuando aprenden a llevar a cabo acciones que les convierten en «buenas personas»? ¿Están percibiendo realmente que ese es un aspecto muy importante que valoramos en ellos o, por el contrario, tienen la sensación de que es algo secundario? Pues bien, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Harvard muestra que un alto porcentaje de los niños tienen la impresión de que ocurre lo segundo.

En el siguiente enlace se resumen las conclusiones del estudio y la propuesta que hizo dicha universidad para educar transmitiendo a los hijos que los valores como la solidaridad y conseguir la felicidad de todos (y no solamente la individual sin tener en cuenta la ajena) son también aspectos prioritarios en nuestras vidas.