Celos entre hermanos

 

Los celos entre hermanos son sentimientos naturales que se dan en muchas familias. Se caracteriza por la sensación de creer que ya no son correspondidos por las personas que quieren (lo padres) y se sienten desplazados. Esta situación puede crear odio y rechazo hacia personas que quieren mucho. Por ello, aquí les ofrecemos una serie de consejos que pueden seguir:

  • Dedicarle el mismo tiempo a todos los hermanos, independientemente de la edad que tengan (aunque sean mayores también necesitan tiempo de sus padres), hay que dedicarles la misma atención.
  • Realizar actividades juntos, ya sea toda la familia o solo entre los hermanos.
  • Dedicar tiempo a hablar toda la familia y que todos tengan la oportunidad de expresar sus opiniones (positivas y negativas) sin que resulte dañino para nadie.
  • Reconocer las fortalezas de todos los hermanos e intentar que se apoyen entre ellos, deben verse como amigos y hermanos y no como rivales.
  • No mostrar más interés por un hermano que por otro, no tener preferencia por alguno de los hijos y evitar comparaciones entre ellos.
  • Es importante mantener una actitud justa, por igual, para todos los hermanos y mostrar empatía hacia ellos.
  • Si en la familia se dan problemas de celos entre hermanos es importante que trabajen juntos, realizando actividades diferentes (juegos, deportes, tareas del hogar, etc).
  • Prevenir situaciones en las que se puedan dar comportamientos celosos hablando con ellos y preparándoles para afrontar lo que pueda suceder.
  • Es importante mostrarles los errores como una forma de aprender. También se debe de felicitar los logros y los aspectos positivos, siempre por igual para todos.

5 CLAVES PARA MEJORAR EL AMBIENTE FAMILIAR

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Todos hemos leído muchas pautas para implantar normas y límites a nuestros hijos. El trabajo que debemos hacer no es sólo leer y aplicar, sino que hay un paso intermedio al cual se debería conceder la máxima importancia: adaptar las pautas a nuestra realidad. Preguntarnos: ¿Las puedo aplicar habitualmente? ¿Puedo incorporar estas pautas a mis rutinas y hábitos de vida? ¿Puedo hacerlo en el tiempo que tengo de dedicación a mis hijos?

Para ayudaros, queremos ofrecer unas pautas sencillas, abiertas y con posibilidades de adaptación a cada familia de nuestro Colegio.

  1. Acordar normas entre progenitores o personas que están al cargo de la educación de los niños. No podemos ofrecer normas contradictorias y permitir lo que otros no permiten, sólo causaremos confusión.
  2. Ayudaremos a los pequeños a organizarse estableciendo rutinas. Ellos sabrán lo que van a hacer después y eso les da tranquilidad.
  3. Ser claro y conciso cuando demos consejos o indiquemos si algo está bien o mal. Si decimos frases como “Pórtate bien”, “Eres un torpe”, “Siempre lo haces mal”… nos vamos a generalizaciones que no ayudan a los pequeños porque no lo entienden. Debemos ser concretos: Has recogido los juguetes bien, hoy has comido bien, no rompas los juguetes, lo has hecho genial (justo después de realizar una acción),
  4. Hablar con un lenguaje claro y frases muy cortas, en tono firme pero tranquilo. De nada nos sirve dar grandes argumentaciones a los pequeños, ni repetir la misma frase como un disco rayado. Frases cortas y dar tiempo para que se cumplan.
  5. Establecer consecuencias a sus actos. No nos vale el simple hecho de premios o castigos materiales, si hace algo bien debemos valorarlo y si hace algo mal dejar que asuma su consecuencia sin enfadarnos (si rompe un juguete explicarle que no puede jugar más con él…).

Las normas para los pequeños son una guía, ellos no saben que se debe y que no se debe hacer por lo que van poniendo a prueba todas las posibilidades, será nuestra reacción a sus hechos lo que les refuerce o no sus conductas.

Si las normas son sencillas y claras ellos se sentirán más seguros porque las comprenden y les ofrecemos un apoyo para seguir desarrollando su personalidad.

Aplicando el sentido común a la hora de educar a nuestros hijos lograremos una evolución de su comportamiento positivo. De este modo los miembros del ámbito familiar nos encontraremos en armonía a la hora de tomar decisiones e involucrados en la educación.