Es en la etapa de la adolescencia cuando empiezan a darse las primeras situaciones de consumo de sustancias, principalmente de alcohol. A pesar de la gran cantidad de información que parece que tienen a su alcance acerca de las consecuencias negativas de todo esto, siguen queriendo experimentar y probar con ello, pasando incluso a adoptar un papel cada vez más protagonista en sus ratos de ocio. De hecho, las encuestas de los últimos años ya proporcionan datos llamativos sobre el aumento del consumo de alcohol entre los adolescentes españoles (como ejemplo, aquí tenéis una de las múltiples noticias que alertan sobre el tema). Como muestra de ello, el botellón es un fenómeno cada vez más arraigado, generalizado y normalizado entre nuestros jóvenes.
Por todo esto, consideramos que es muy positivo y necesario que el tema del alcohol y las drogas sea tratado también desde las familias. No abordar el tema pensando que «a nuestro hijo no le interesan estos temas» o que «ya sabe perfectamente que es perjudicial», puede dar lugar a que saquen sus propias conclusiones, piensen que es un tema socialmente aceptado o crean que «lo tienen todo controlado». Os dejamos en este enlace una pequeña guía donde se ofrecen pautas básicas sobre cómo hablar con ellos de todo esto y cómo actuar ante la sospecha de un posible consumo, tanto puntual como habitual.