La música y las matemáticas son disciplinas que aparentan ser completamente distintas, pero no lo son. En muchos aspectos, las matemáticas son una parte esencial de la música. Por ejemplo, una octava abarca 12 notas, los compases en la música se representan con números (3/4,7/8…), las cinco líneas que tiene el pentagrama… Pero esta relación va mucho más allá.
Podemos definir la música como la combinación de silencios y sonidos usando tres principios básicos: melodía, ritmo y armonía. La melodía es la forma de combinar sonidos de forma sucesiva. El ritmo es la manera de sucederse y alternarse una serie de sonidos que se repiten periódicamente en un intervalo de tiempo. La armonía es la combinación de sonidos de forma simultánea. A día de hoy, existen innumerables estilos de música: pop, rock, jazz, clásica… De los que destacamos algunos autores como Madonna, Beethoven o The Rolling Stones. Lo curioso es que todos ellos comparten una cosa en común… más bien a alguien: Pitágoras.
Se preguntarán… ¿qué relación podría existir entre Madonna, la reina del pop, y Pitágoras, un matemático que vivió quince siglos antes? Es simple: la escala musical. Toda la música que conocemos está basada en la escala, que fue creada por Pitágoras.
Cuenta la leyenda que un día cualquiera, Pitágoras paseaba por el mercado cuando algo llamó su atención. Había llegado a parar a una herrería, donde algunos hombres golpeaban con sus martillos el hierro incesantemente. Pitágoras notó que cada vez que los herreros cambiaban de martillo a uno más grande o a uno más pequeño, el sonido que se apreciaba era notablemente distinto, y que entre los sonidos de los trabajadores había sonidos que le agraciaban y otros que le parecían horrendos. A partir de ahí, comenzó a investigar.
Construyó un instrumento llamado “monocordio” que consta únicamente de una cuerda. Lo que Pitágoras descubrió fue que si, por ejemplo, la nota de la cuerda al aire fuera un Do y cogía esta cuerda exactamente por la mitad, obtenía la misma nota una octava más alta (Do agudo). Indagando un poco más, averiguó que si dividía la cuerda a dos tercios de su tamaño, obtenía una quinta (Sol). En cambio, si hacía sonar la cuerda cuando estaba pulsando en los tres cuartos de esta, escuchaba una cuarta (Fa).
Gracias a sus principios de proporciones, Pitágoras creó los intervalos (lo que nosotros conocemos como escala). Un intervalo es la diferencia de frecuencia que existe entre dos notas musicales, tanto en número como en especie.
INTERVALO
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PROPORCIÓN
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NOTAS
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2ª
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9:8
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DO-RE
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3ª
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5:4
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DO-MI
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4ª
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4:3
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DO-FA
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5ª
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3:2
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DO-SOL
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6ª
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5:3
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DO-LA
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7ª
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15:8
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DO-SI
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8ª
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2:1
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DO-DO’
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Podemos observar que los instrumentos de cuerda, están basados en este principio. Por ejemplo, el piano es un conjunto de cuerdas con diferente grosor y tamaño que forman cierto número de escalas; o si cogemos una guitarra y realizamos las proporciones, obtenemos las diferentes notas de la escala.
Por eso, solo falta agradecer a Pitágoras por crear los principios de la música, construyéndose después una cantidad enorme de diferentes instrumentos musicales y creándose todos los estilos de música de los que podemos disfrutar hoy en día. ¡Gracias!
Emma Rodríguez Galindo 1ºB Bto.