Los abuelos y abuelas de 5 años cerraron la I Semana de los Abuelos en el comedor del colegio. Con mucho cariño elaboraron un postre o tarta para poder compartir con nuestros amigos. Después de merendar y probar bizcochos, palmeritas, filloas, tartas… subimos a la primera planta con ellos para enseñarles nuestras clases. Allí les dimos las gracias por habernos hecho pasar una tarde muy «dulce».
Todas las clases de 4 años han disfrutado de los abuelos contando cuentos, historias de cuando ellos eran pequeños…. ¡Queremos más! ¡Nos ha encantado escuchar vuestras aventuras y cuentos!
Los niños de 3 años A y B hemos ido a la Biblioteca Municipal Ángel González, y allí nos han contado la historia de un elefante llamado Elmer. Además algunos hemos aprovechado a hacernos el carnet de biblioteca y así podremos ir a sacar libros, participar de las actividades con familias….
Los niños de 3 años hemos recibido la visita de los abuelos en nuestro cole. Nuestras profesoras se han emocionado de vernos taaaaaan felices escuchando historias y disfrutando de la compañía de nuestros queridos abuelitos.
Los niños de la clase de 2 años, hemos tenido una visita que nos ha emocionado. Anselma, la abuela de Javi, nos ha contado el cuento de «Los músicos de Bremen», y ¿sabéis qué?, los animales por la noche la dejaron unas monedas de chocolate para nosotros… un cuento con un final muy dulce.
Los abuelitos de la clase de 1 año, han roto del hielo y han sido los primeros abuelos en venir al cole a contarnos cuentos. Hemos disfrutado de un cuento maravilloso de una granja que nos contó la abuela de Luna, una nana de un abuelo de Rubén, la abuela de Javi nos hizo reír con El Pollo Pepe, y con la abuela de Patricia estuvimos jugando al corro de la patata!!
¡Muchas gracias por esta maravillosa mañana!
El hermano de la señorita B es más bajito que su hermana. Su forma de hablar es igual; por eso resulta muy fácil confundirlos.
Se pasa todo el día en el bar sirviendo vvvvvasos de naranjada y limonada, y de leche para los niños y las niñas.
Acaba con dolor de pies y eso que usa zapatos bajos para cansarse menos y coger la bandeja con más seguridad. Como no tiene ayuda se cansa mucho y además en verano ponen la terraza y los paseos son más largos.
Tanto y tanto trabajó que la doctora le mandó ir unos días de vacaciones a un sitio tranquilo, así que la señorita B se ofreció a realizar su trabajo.
Aunque presumida era muy buena hermana. Entonces empezó el lío, el Señor Estudioso que estaba dibujando el cuerpo del camarero para poder escribir vaso, vino, viernes, vacaciones…, se quedó muy sorprendido cuando vio a la señorita B y la oyó hablar: “ ¡Que raro!
¡Si habla como el camarero! ¡Si suena igualito!” Al pensar esto se le ocurrió que
sería divertido poner algunas palabras con el cuerpo de esta señorita y así lo hizo.
El Señor Estudioso era muy bromista y quería ver si la gente aprendía a escribir bien cada palabra o eran unos despistados.
Se lo contó al rey U, que le dijo: “Haced lo que queráis, pero si alguien se equivoca, le diremos que es un despistado”. Desde aquel día es complicado para
las niñas y los niños que no prestan suficiente atención. Sólo existe un truco para que estos dos hermanos no nos confundan: consiste en observar detenidamente las palabras cuando las encontramos en los libros, y si alguna vez queréis escribir palabras que suenen “ba, be, bi, bo, bu”, y no sabéis si poner a la presumida B o al camarero V, preguntádselo a alguna persona mayor, que os los dirá encantada.
