GRACIAS

Mil gracias de verdad, a todos los abuelos que habéis participado en la I Semana de los Abuelos del Colegio Arcángel.  Ha sido una semana llena de emociones y muchos momentos inolvidables.

Vuestros nietos recordarán este momento por las fotos. Dentro de algunos años tendrán la suerte de echar la vista atrás y ver como sus abuelos vinieron a su cole y estuvieron conociendo su clase y sus amigos, y compartiendo su tiempo y su cariño con ellos.

En todos ellos habéis sembrado otra pequeña semilla de FELICIDAD, y son estos momentos, los que NUNCA, NUNCA se pueden borrar de nuestros corazones.

MIL GRACIAS A TODOS DE PARTE DE LOS PEQUES DEL COLE

Semana de los Abuelos

Los abuelos y abuelas de 5 años cerraron la I Semana de los Abuelos en el comedor del colegio.  Con mucho cariño elaboraron un postre o tarta para poder compartir con nuestros amigos.  Después de merendar y probar bizcochos, palmeritas, filloas, tartas… subimos a la primera planta con ellos para enseñarles nuestras clases.  Allí les dimos las gracias por habernos hecho pasar una tarde muy «dulce».

Exploring Art Techniques

We’ve been experimenting with different ways of making art. These designs turned out beautifully, but they were complicated to make. First we colored an entire page with crayons, pressing hard and not leaving any white. Then we painted over it all with black paint. We had to let the paint dry (a difficult step for some of us!). Finally, when it was all dry, we used a little tool to «draw,» scraping off a little of the black paint to reveal the gorgeous colors underneath. We had a blast!

El camarero V

El hermano de la señorita B es más bajito que su hermana. Su forma de hablar es igual; por eso resulta muy fácil confundirlos.
Se pasa todo el día en el bar sirviendo vvvvvasos de naranjada y limonada, y de leche para los niños y las niñas.
Acaba con dolor de pies y eso que usa zapatos bajos para cansarse menos y coger la bandeja con más seguridad. Como no tiene ayuda se cansa mucho y además en verano ponen la terraza y los paseos son más largos.
Tanto y tanto trabajó que la doctora le mandó ir unos días de vacaciones a un sitio tranquilo, así que la señorita B se ofreció a realizar su trabajo.
Aunque presumida era muy buena hermana.  Entonces empezó el lío, el Señor Estudioso que estaba dibujando el cuerpo del camarero para poder escribir vaso, vino, viernes, vacaciones…, se quedó muy sorprendido cuando vio a la señorita B y la oyó hablar: “ ¡Que raro!
¡Si habla como el camarero! ¡Si suena igualito!” Al pensar esto se le ocurrió que
sería divertido poner algunas palabras con el cuerpo de esta señorita y así lo hizo.

El Señor Estudioso era muy bromista y quería ver si la gente aprendía a escribir bien cada palabra o eran unos despistados.
Se lo contó al rey U, que le dijo: “Haced lo que queráis, pero si alguien se equivoca, le diremos que es un despistado”. Desde aquel día es complicado para
las niñas y los niños que no prestan suficiente atención. Sólo existe un truco para que estos dos hermanos no nos confundan: consiste en observar detenidamente las palabras cuando las encontramos en los libros, y si alguna vez queréis escribir palabras que suenen “ba, be, bi, bo, bu”, y no sabéis si poner a la presumida B o al camarero V, preguntádselo a alguna persona mayor, que os los dirá encantada.

 

LA PRESUMIDA B

Ahora vamos a conocer a dos hermanos, uno de ellos es la presumida B. Siempre
usa zapatos de tacón, porque le gusta parecer más alta de lo que es, más de una vez se le ha torcido el pie y lo ha tenido que llevar vendado. Además siempre lleva  bbbbolso,los tiene de todos los colores, de modo que tiene uno a juego con el vestido y los zapatos.
Cuando va a la pastelería del Señor P lo que más le gusta son las cosas que
empiezan como ella habla: bbbizcochos, bbbollos, bbbatidos…
Cuando va de compras quiere que todo sea bbbuenos, bbbonitos y baratos.
¡Aunque eso le gusta a todo el mundo!

Le gusta mucho el mar y suele marcharse a navegar en barco, pero ni siquiera
entonces deja su bolso y sus zapatos de tacón, más de una vez se le ha enganchado el tacón en el borde del barco y casi se rompe la nariz contra el suelo, por suerte, nunca le ha pasado nada grave.

Un día se fue a navegar en barco. Iba tan arreglada como siempre, llevaba un
rato navegando cuando de repente el mar empezó a enfadarse, y el viento a rizar el
agua hasta formar unas olas que llevaban y traían el barco de la señorita B como si
fuese un juguete. La señorita gritaba, ¡bbbbbbb! que quería decir: ¡Socorro! Pero nadie la oía.
La señorita remaba con fuerza, pero cuando conseguía acercarse a la orilla, una
ola mayor la arrastraba otra vez mar adentro. De pronto vio un barco grande que se
acercaba al País de las Letras y gritó pidiendo auxilio y socorro. Como no la oían, dejó los remos y se puso en pie, con el bolso les hacía señas, pero con aquellos tacones tan altos era muy difícil mantener el equilibrio, una y otra vez se caía y se volvía a levantar.

Cuando por fin la vieron y se acercaron para salvarla, a la señorita B se le enganchó uno de los tacones y al dar un tirón para sacarlo perdió el equilibrio y cayó al mar, el agua estaba helada.

Otra vez volvió a gritar, los del barco le echaron un salvavidas y ella se agarró con fuerza y poco a poco la fueron arrastrando hasta el barco. Una vez arriba y antes
de darles las gracias empezó a gritar: “Mi bolso, mi bolso” como si se tratara de un amigo. Consiguieron sacar el bolso con un gancho, ella lo secó con mucho cariño y lo guardó de recuerdo.
Su hermano le regañó y ella se dio cuenta de que casi se ahoga por presumida. Prometió que en adelante llevaría zapatillas de deporte para ir a navegar y se
fijaría en lo que dijese el hombre del tiempo.
A consecuencia del remojón pilló un resfriado y tuvo que quedarse en casa. Se asomaba al bbbbalcón y desde allí veía trabajar a su hermano.

EL PORTERO LL

 


Te voy a presentar al portero de palacio, encargado de cerrar y abrir todas las
puertas. Se parece mucho a su primo el lechero L, aunque el portero LL es más gordo. ¿Sabes lo que lleva colgado del brazo? Llllllllaves,llllllllaves….

Por la mañana va muy cargado con sus llaves a abrir las cincuenta puertas del
castillo. El señor LL es muy educado y siempre saluda a todo el mundo. El Sol, que es madrugador, también sonríe contento cuando ve que se levanta tan temprano como él y le envía el mejor de sus rayos a través de la ventana para saludarle.

Abrir todas las puertas le cuesta mucho esfuerzo y acaba cansado y sudoroso.
Lo peor es cuando llueve, porque se moja como un pez y a él no le gusta estar mojado.
Prefiere ver llover detrás de los cristales, calentito. Menos mal que su primo, el
lechero L, le prepara rápidamente un vaso de leche bien caliente para que se la beba mientras se cambia de ropa.

Por la tarde, cuando el Sol se esconde detrás de los tejados y de las montañas,
nuestro portero LL, vuelve a coger las llaves y a cerrar todas las puertas, para que
nadie moleste a la familia real mientras duerme.

Cuando se rompen, arregla las llaves de todas las puertas, y en los ratos libres
llama a su primo y fabrican paraguas.
Un día cuando fue con sus llaves preparado para abrir las puertas, oyó que
alguien le decía: Vete…, vete…, vete; Se volvió y, como no vio a nadie, siguió su
camino, pero otra vez volvió a oír lo mismo. El señor LL empezó a enfadarse, continuó andando y volvió a oír de nuevo muy cerca: “Vete, vete y vete, estás sordo o qué te pasa?
Sintió un golpe en un hombro y… vio a un loro, de todos los colores que, con las
alas levantadas, le quería dar otro golpe con el pico, porque creía que no le hacía caso.

Había entrado por una ventana muy alta, que no se cerraba nunca. Hablaba con
tan mala educación porque se había escapado del País de los Gigantes. Menos mal que nuestro portero LL y su primo L se dedicaron a educarlo bien, y al fin consiguieron que pidiera las cosas por favor, que diese las gracias y que saludase correctamente. Se convirtió en un animal de compañía y en la admiración de
todos los habitantes del país de las letras.

La Y se convierte en Ye (II)

¿Recordáis la historia de la I que se junta con el jardinero?… ¿Recordáis que el señor Estudioso le puso el nombre de “i griega”?… Pues este señor, que se pasaba el día estudiando qué se podía escribir con el cuerpo de las letras, pensó que era una lástima que un cuerpo tan bonito como la “ i griega” , sólo se emplease para decir I, y que además estuviese siempre sola. Dijo:

-Eso lo tengo que arreglar, debo buscarle un trabajo, voy a probar qué dice cuando está al lado de la Familia Real.
Y vio que sonaba muy bien: ya, ye, yi, yo, yu. Empezó a pensar qué palabras se podrían escribir y encontró algunas como : yema, payaso, ayuda…

La princesa I y el jardinero J: LA Y GRIEGA (I)

Un día el rey invitó a la princesa I a enseñar el jardín a los hijos de unos amigos suyos que habían venido de visita. Ella protestó porque no le apetecía jugar con
unos desconocidos. Además, esos días tenía mucha tos y mala cara. La doctora T lehabía recetado jarabe de limón para el catarro, pero todavía se sentía debilucha.

Amenazaba con ponerse a llorar para no tener que salir al jardín cuando el rey,
que era muy listo, le dijo: “si lloras, es porque todavía no estás buena, así que
tendremos que llevarte al hospital. Es mejor que salgas al jardín para tomar el sol y el aire”.

La princesa accedió y bajó al jardín. De pronto un perro saltó a su lado y ella se
apartó muy asustada, creyendo que quería morderla, el perro la perseguía mientras la princesa corría en dirección al castillo llamando a su papá. Al ver que el pero corría más deprisa que ella se echó a llorar y sólo respiró cuando consiguió llegar a palacio. Al oírla, acudió toda la familia y el jardinero, sofocado de tanto correr. También aparecieron los niños que estaban de visita, preocupados.
Los niños le pidieron perdón, porque el perro era suyo. Lo habían dejado en el
jardín porque era muy revoltoso y podía estropear algo del palacio: “Como estaba solo, se ha alegrado mucho al vernos y quería jugar con tu ratón. Por eso ladraba y corría”, le dijeron.

-¡No quiero volver a salir sola! –dijo la princesa I-. Me he llevado un buen susto
y no quiero que se repita.

El jardinero J que la quería mucho, la consoló: -No te preocupes, cuando tengas que ir sola a algún sitio, llámame y yo te acompañaré si lo necesitas.

-Bueno, pero, ¿cómo te avisaré que voy a salir al jardín sola?

-Muy fácil –dijo el señor J-, mándame a tu ratón amaestrado. Cuando lo vea,
sabré que me necesitas e iré a buscarte, y mientras estemos juntos le dejaremos nuestros puntos para que se entretenga jugando en el jardín.

-¡Que gran idea! Dijo la I

En efecto, de esa manera lo hicieron, y caminaban cogidos de la mano los dos juntos, pero sin sus dos puntos de adorno, más tarde descubrieron que podían hablar los dos juntos, y que parecían otro personaje distinto, pero el jardinero insistía en que hablara ella porque él se cansaba.
Cuando la princesa tenía que acompañar a las visitas, iba con ella el jardinero, y así los vemos entre otras palabras: papá y mamá; sol y luna… Cuando el señor Estudioso los vio, les dio un nombre muy raro: “ y griega”, porque creyó que era un personaje que había llegado de otro país.

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