Torre Eiffel

Hola a todos,

Hoy hemos querido convertirnos en arquitectos para fabricar nuestra propia Torre Eiffel de papel.

Primero hemos punzado algunas partes y otras las hemos troquelado con cuidado. Luego hemos juntado las cuatro partes y…

¡Voilà!

RAIN CLOUD GRAVITY PAINTING

When it rains gravity is pulling each rain drop towards the ground so we thought we would use gravity to help us make rain cloud art. This painting activity is so fun for the kids and a great way to add some extra learning in about the water cycle and rain. This month is certainly appearing to be full of Spring showers–all because of art time!

We have glued cotton balls to our paper to make clouds. And mixed water and liquid water colors together to make the paint.

And then, we have used the eye dropper to drip paint below our cotton ball clouds. Have them squirt onto the paper instead of into the cotton ball because the cotton ball absorbs the paint and then it takes longer to rain.

This kind of activity help us to improve fine motor skills and the way to pick up properly the pencil. We also get more concentration.

San Isidro 2018

¡Hola a todos!

Hoy celebramos San Isidro en el colegio, para lo que hemos venido todos guapísimos vestidos de chulapos y chulapas.

Hemos preparado un mantel gigante por la mañana para podernos sentar en nuestra pradera particular esta tarde para merendar todos juntos. Cada uno ha puesto su nombre en su parte del mantel y se ha dibujado con el traje de San Isidro.

También hemos aprovechado para bailar un par de chotis… ¡Qué difícil es!

 

Oh là là!

Buenos días a todos,

Hoy hemos querido convertirnos en pequeños franceses, por lo que hemos cogido nuestra foto y le hemos ido añadiendo elementos representativos de Francia.

Previamente habíamos ido recortando cada parte para continuar desarrollando nuestra motricidad fina.

¡Hemos quedado guapísimos!

¡Esperamos que os guste!

 

EL LECHERO L

Los niños del País de las Letras crecían sanos y fuertes gracias al lechero L, porque la leche es un alimento muy importante. Nuestro llllechero hacía mantequilla con la leche que le sobraba y se la vendía al pastelero… ¿Quién es el pastelero? El señor P, ¡naturalmente!

El lechero L preparaba batidos que llevaba a la doctora para que se los recetase a los niños enfermos, y hacía queso para vender, porque el queso es muy nutritivo y pone tan fuerte como la leche.

Todas las mañanas, el lechero L se levantaba muy temprano para ordeñar las vacas. ¿Quién sabe qué es ordeñar vacas?… Sacarles la leche. Muy bien. La ponía en lecheras muy grandes y la llevaba con un carro por la ciudad. Ahora ya no se compra así la leche, ¿verdad?

Al llegar cerca de las casas de sus clientes, gritaba: «¡Lllleeeecheeeeroooo!». La gente dejaba sus trabajos y salía a la calle a comprar la leche necesaria para su familia.

Los reyes hacían lo mismo, porque también necesitaban leche para sus hijos. A la princesa O y al príncipe E les encantaba la leche fría. La tomaban a la hora de comer como si fuese agua. La princesa I solo tomaba medio vaso, porque, como era tan delgada, enseguida se llenaba.

Con ella también hacían ricos flanes, natillas o chocolate para mojar los picatostes que el panadero P les llevaba cada mañana.

¡Qué ricos, pero qué ricos que estaban! Hasta la princesa I se alegraba cuando sus padres preparaban aquellos deliciosos postres.

El príncipe E, tan travieso como siempre, un día quiso levantar la pesada lechera que el señor L había dejado en el jardín. Cuando ya había conseguido levantarla, tropezó y se cayó, y, con él, la lechera y la leche. Parecía que se había dado una ducha de nieve, con toda la leche por encima. ¡Estaba tan blanco!

Un perro que había por allí se acercó a lamer toda la ropa del travieso príncipe E. Como siempre, acabó en la ducha. Tuvieron que ponerle ropa limpia. El rey U pagó la leche derramada, pero luego el príncipe tuvo que ir devolviendo el dinero, quitándoselo de sus propinas. Era justo. Así aprendería a ser más cuidadoso.

Normalmente, cuando el lechero terminaba su trabajo, se iba al huerto a cultivar y a coger llllechugas, que le encantaban para la ensalada. Un día se llevó de paseo a las vacas. Las dejó a la orilla del río pastando, pero, cuando se dio cuenta, ya las tenía dentro del huerto comiéndose las lechugas, así, solas, aunque no estuvieran aliñadas como en la ensalada… No pudo enfadarse, pues la culpa era suya por no tener más cuidado. Otra vez las dejaría atadas para que no hiciesen travesuras.

Para hablar como el llllechero, tenemos que tener la boca abierta y la punta de la lengua detrás de los dientes superiores. Hagamos nosotros de lechero y gritemos como él: «¡Llllecheeeeroooo, llllecheeeeeroooo, rica llllecheeee! ¡Llevo nata, mantequilla y queso! ¡Llllechero!».

Vamos a ver qué podemos decir cuando la «l» va en compañía de los reyes y de sus hijos: «Lu, la, li, lo, le». Fijaos bien en cómo suena, porque luego os presentaré a un primo suyo que es el portero del palacio de los reyes.

 

Les petits croissants…

Estamos aprendiendo un montón de cosas sobre Francia con Moli y, como parte de su gastronomía, hemos descubierto los croissants.

Así que hoy nada más llegar al cole, nos hemos bajado al comedor. Lo primero que hemos hecho ha sido echar un poco de harina en la mesa para que no se nos pegasen los croissants. Luego hemos preparado triángulos de hojaldre, en unos hemos untado Nocilla ayudándonos con un cuchillo, y en otros hemos puesto trocitos de jamón York. Una vez lista esta parte, los hemos enrollado con cuidado, dándoles ya la forma de croissant. Para terminarlos, les hemos echado un poco de huevo por encima y… ¡Listos para el horno!

Aquí tenéis fotos de todo el proceso… ¡El resultado lo veréis esta tarde en primera persona!

¿Estáis preparados…?

Visita al Planetario

¡Hola a todos!

Hoy hemos estado visitando el Planetario de Madrid y nos lo hemos pasado fenomenal.

Hemos conocido a Cloe, una profesora del Planetario, que nos ha contado muchas cosas sobre el espacio. Hemos visto las fases de la Luna; aprendido que las estrellas son: rojas, amarillas, blancas y azules, y que juntas forman constelaciones como la Osa Mayor u Orión. También hemos visto de cerca los planetas y nos han animado a ir al campo de noche para ver las estrellas mejor que en la ciudad.

Luego hemos conocido a Paxi, un marciano que está viajando por el espacio. Él nos ha contado cómo se mueve la Tierra, nos ha explicado más cosas sobre los planetas y hemos descubierto los asteroides.

Os dejamos unas fotos para ver lo bien que lo hemos pasado, y las canciones que hemos aprendido.

 

 

 

EL PELUQUERO P QUE LUEGO FUE PANADERO

Cuando la gente del País de las Letras quería arreglarse el pelo, afeitarse la barba o el bigote, ¿adónde creéis que iban? A la peluquería, claro. Pero el problema era que allí no había peluqueros, y esto preocupaba a los reyes.

Pidieron voluntarios y fueron varios los que se ofrecieron para realizar el trabajo, pero todos lo hacían tan mal que duraban muy poco tiempo.

El último que se presentó fue el señor P , porque creyó que lo iba a hacer muy bien, ya que, con su forma de hablar, se podía decir «peluquería».  Empezó su trabajo y todos salieron contentos: lavaba, peinaba, cortaba el pelo y cobraba poco dinero.

Todo fue bien hasta que un día el señor P, que estaba muy cansado porque había dormido poco, se despistó y todo le salió mal. Primero entró una señora a rizarse el pelo. Se lo cortó tan corto tan corto que casi parecía calva. ¡Qué disgusto el de la señora!… Lloró, se enfadó, gritó, pero aquello ya no tenía remedio. Y después entró un señor a cortarse el pelo, pero a él se lo rizó como a una señora y le preguntó si quería que le hiciese un moño. ¡Huy! Aquel señor salió corriendo de la peluquería y no volvió más.

Como no dejaba de tener despistes, los reyes sugirieron al señor P que dejase la peluquería y se buscase otro trabajo. El señor P pidió pppperdón y se fue a su casa.

Habló con su familia y le convencieron para poner una ppppanadería-ppppastelería. Era lo mejor para que todos le perdonasen y estuviesen contentos. La gente siempre entra contenta en las pastelerías a comprar pasteles, caramelos, chocolatinas y… ¡decidlo vosotros! ¿Qué otras cosas se pueden comprar en una pastelería? ¡Muy bien!

Así fue como el peluquero se convirtió en el panadero P. Empezó a elaborar unos pasteles riquísimos y muy baratos. Tan contentos quedaron los habitantes del País de las Letras que pronto se olvidaron de sus despistes.

Todas las mañanas, a la hora del desayuno, el panadero P se dirige al castillo a llevar a la Familia Real los bollos recién sacados del horno, o una tarta para el postre, o porras y picatostes para el chocolate de la merienda. ¡Ah!, pero, después de comer tan deliciosos dulces, siempre se lavan los dientes para evitar que se les estropeen.

En el castillo, habla un rato con cada miembro de la Familia Real para enterarse de lo que más les gusta. Son tan parlanchines que, cuando se juntan, hablan todos a la vez. El panadero P dice: «Pppp», que quiere decir «¡Buenos días!»; y el rey U contesta: «¡U, u, u,u!». Pero uno no espera a que salude el otro para contestar, sino que hablan los dos al mismo tiempo.

Es muy divertido escucharles a todos: «Pa, pe, pi, po, pu».

Cuando hablan varios juntos, dicen cosas que se entienden, como papá, Pepa, pío, pupa, pipa, y otras muchas. Si al panadero P le acompaña su mujer, todavía dicen muchas más… Otro día os la presentaré y hablaremos con ellos.

Tenéis que saber que, desde que los gigantes se enfadaron, nadie puede caminar hacia el País de los Gigantes, que está a la izquierda, porque ellos esperan mandarles un viento helado para que se pongan muy enfermos. El señor P y todas las letras caminan siempre hacia la derecha; sus pies nos lo dicen. No lo hagáis nunca hacia el otro lado porque, ¡pobrecitos!, ¡no sé que sería de ellos!

 

OH LÀ LÀ

Comenzamos nuevo trimestre y nuevo viaje. Esta vez Moli nos lleva a conocer París.

Y para introducirnos en nuestro nuevo proyecto hemos organizado una actividad en la que cada uno tenía una pieza de puzzle con su nombre y tenía que encontrar las que faltaban para completar la imagen de un monumento importante de la cuidad y así también descubrirían quien iban a ser sus nuevos compañeros y compañeras de equipo.

Una vez montados los puzzles y encontrado los equipos, han bajado a las clase de 3 años a preguntar a las profes el nombre del monumento, que pasará a ser el de su equipo (Torre Eiffel, Arco del Triunfo, Louvre, Moulin Rouge y Notre Dame).

¡Qué bien lo hemos pasado!