Esta semana hemos querido aprender a jugar a un juego de mesa muy famoso, el dominó. Se trata de un juego de mesa en el que los niños aprenden a seguir unas reglas básicas, en este caso son pocas y muy sencillas.
Al ser un juego en que cada jugador tiene su tiempo para jugar aprenden a esperar y a jugar cuando llega su turno, por lo que les ayuda a controlar su impulsividad y ansiedad.
Además tanto si jugamos con el dominó clásico como con uno de formas y colores les proporciona conocimientos sobre matemáticas ya que deben aprender a contar los puntos que tiene cada ficha o las formas o figuras.
Aprenden, mientras juegan, a dominar sus emociones, la frustración de perder o la euforia de ganar. Así aprendemos que es igual de importante saber perder como saber ganar.
Además de practicar conceptos matemáticos, jugando al dominó, al igual que a las regletas o bloques lógicos, estimulamos muchas capacidades cognitivas y tiene muchos beneficios educativos:
- Estimula la atención y la memoria.
- Fomenta el control de la impulsividad y trabaja la capacidad de esperar, por lo que los niños aprenden a autocontrolarse.
- Desarrolla habilidades psicomotoras al tener que colocar las piezas correspondientes en el lugar adecuado.
- Les mantiene mentalmente activos y cada vez más ágiles.
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